En el estado de Florida, el cálculo de la manutención de hijos se rige por un modelo basado en los ingresos conjuntos de ambos padres, con el objetivo de garantizar que el menor mantenga la misma calidad de vida que tendría si ambos progenitores siguieran juntos. Este proceso implica varios pasos clave que los padres deben entender y seguir para asegurar un cálculo preciso.
Cálculo del monto de manutención
El primer paso es sumar los ingresos de ambos padres. Esto incluye salarios, ganancias como monotributista o contratista independiente, beneficios de discapacidad, compensación por desempleo, entre otros. Además, se deben deducir gastos como impuestos federales, estatales y locales, pagos de seguro de salud y manutención de otros hijos o cónyuge. Esta suma y deducción brindan el ingreso neto de cada padre.
Una vez determinado el ingreso neto de cada progenitor y sumados ambos, se consulta la guía oficial para calcular la manutención. Este cálculo se basa en los ingresos totales y en la cantidad de hijos involucrados en la relación. Incluso si los gastos de un padre exceden sus ingresos, esta razón no es, por sí sola, suficiente para una renuncia a la obligación del padre de pagar manutención.
Finalmente, para determinar qué porcentaje de ese monto corresponde a cada padre, se divide el ingreso neto de cada uno por el total de ingresos netos y se multiplica por el monto establecido en la guía. Debido a todos los elementos que entran en consideración dentro del cálculo, contar con asistencia legal podría ayudarle a proteger los intereses del niño al asegurarse de que reciba la totalidad del monto que le corresponde.
Elementos importantes para considerar
Es importante tener en cuenta que la fórmula utilizada abarca las necesidades básicas del menor, como comida, habitación y vestimenta. Sin embargo, otros gastos como educación, atención médica y entretenimiento pueden requerir un cálculo adicional utilizando la misma regla de porcentaje.
Por otro lado, en Florida, las órdenes de manutención generalmente se mantienen hasta que el menor cumpla 19 años o finalice la escuela secundaria. Así mismo, la ley de Florida (enlace en inglés) establece que se puede exigir manutención para un “niño” dependiente adulto que, debido a una incapacidad mental o física que comenzó antes de que el niño alcanzara la mayoría de edad, no pueda mantenerse por sí mismo.
La manutención infantil es un componente esencial para garantizar el bienestar y desarrollo integral de los menores tras la separación de sus padres. Al asegurar que ambos padres contribuyan a estas necesidades, la manutención infantil fomenta un entorno estable y seguro para el menor, permitiéndole mantener una calidad de vida similar a la que tendría si ambos progenitores estuvieran juntos.